La meditación regular engrosa la corteza cerebral y mejora funciones cognitivas, según estudios
Investigaciones recientes han demostrado que la práctica constante de la meditación puede producir cambios físicos en el cerebro, específicamente un engrosamiento de la corteza cerebral. Este fenómeno se ha observado en áreas asociadas con la atención, la regulación emocional y la autoconciencia.
Un estudio realizado por investigadores de Harvard encontró que personas que meditaban regularmente presentaban un aumento en el grosor de la materia gris en comparación con quienes no practicaban meditación. Este engrosamiento se relaciona con mejoras en funciones cognitivas como la memoria, la atención y la percepción sensorial.
Además, se ha evidenciado que la meditación puede inducir una respuesta de relajación en el cuerpo, disminuyendo la actividad del sistema nervioso simpático y aumentando la del sistema nervioso parasimpático. Esto contribuye a la reducción del estrés y la ansiedad, mejorando el bienestar general.
Estos hallazgos respaldan la incorporación de la meditación como una práctica beneficiosa para la salud mental y cognitiva, sugiriendo que dedicar tiempo diario a esta actividad puede tener efectos positivos en la estructura y función del cerebro.